Daño Cerebral Adquirido

Cuáles son (al menos las más importantes).
Por daño cerebral adquirido (DCA) entendemos aquellas lesiones que se producen de forma aguda y súbita en las estructuras cerebrales en personas que han nacido sin ningún tipo de daño, y que causan en la persona un deterioro neurológico permanente respecto a la situación previa, lo que condiciona un menoscabo de su capacidad funcional y de su calidad de vida. Las causas más frecuentes de DCA son los ictus o accidentes cerebro-vasculares (isquémicos o hemorrágicos) y los traumatismos craneoencefálicos. Otras posibles causas son las anoxias cerebrales (falta de oxígeno), los tumores, las infecciones y las alteraciones tóxico-metabólicas.

Qué repercusiones neuropsicológicas pueden tener
Las repercusiones dependerán de múltiples factores, como son entre otros:
– tipo de lesión (afectación de los cuerpos neuronales y/o de sus axones; presión intracraneal normal o elevada, etc)
– tamaño y localización de la lesión
– edad de la persona, y otros condicionantes de su salud previa
– capacidades previas de la persona
– disponibilidad en su entorno de recursos sanitarios y sociales
A nivel neuropsicológico, pueden producirse trastornos en atención, memoria, habla y lenguaje, y otras funciones mentales superiores, así como lo que las familias suelen percibir como “cambio de personalidad”. Por ejemplo, las dificultades para reconocer y manejar las emociones, empatizar, mantenerse motivado/a de manera coherente en sus prioridades personales y familiares, son aspectos fundamentales para el pronóstico.

Por qué es importante una evaluación neuropsicológica
La evaluación neuropsicológica es la herramienta que emplea el neuropsicólogo para valorar el estado cognitivo, de conducta y funcional de las personas. Para realizarla, se aplican tanto tests específicos como la observación. Cada persona y su entorno es diferente y esto es algo que en la exploración neuropsicológica de las personas con DCA se tiene siempre presente. Es el medio que tienen los profesionales de diferentes ámbitos que trabajan con el paciente para conocer las alteraciones cognitivas y de conducta que pueda presentar.
La evaluación neuropsicológica es necesaria para conseguir diversos objetivos como realizar un correcto diagnóstico mediante la información que proporciona, junto a otras pruebas como las de neuroimagen; poner en marcha un programa individual de rehabilitación, basado en el resultado de la exploración, para trabajar en las funciones que se encuentran alteradas y conocer en profundidad las que no lo están para poder compensar o suplir las anteriores y siempre teniendo en cuenta la motivación, estado de ánimo y conciencia del déficit observados en la evaluación; proporcionar orientación laboral, ayudando a planificar el futuro de la persona, apoyándose en la valoración de las secuelas permanentes que presente consecuencia del DCA; la evaluación es importante en la investigación para el conocimiento de la organización cerebral y su relación con el comportamiento y la cognición y, por último, su trascendental función en el ámbito forense, con la realización de informes en relación a incapacitaciones, tutelajes, valoración de daños causados por traumatismos craneoencefálicos en diferentes órdenes judiciales como penal, civil y laboral, contribución en la valoración de grados de incapacidad o, en casos penales, para determinar la capacidad cognitiva. (Álvarez et al., 2018).

Qué puede hacer la neuropsicología por mejorar los síntomas y calidad de vida
Como decíamos anteriormente, cuando aparece un Daño Cerebral, pueden darse todo tipo de síntomas: físicos, cognitivos, emocionales, conductuales…
Muchos de estos síntomas se perciben por los demás sin dificultad (existen problemas para mover las extremidades, la persona va en silla de ruedas…) pero los problemas cognitivos, emocionales y conductuales no se ven a simple vista, y pueden ser igual, o más incapacitantes que los problemas físicos.
La gran prevalencia de estos síntomas “invisibles” tras un daño cerebral, hace que deban intervenirse de forma prioritaria dentro del proceso de rehabilitación, siendo la figura del neuropsicólogo quien evalúe a cada persona de forma individual, proporcione y supervise las pautas y recomendaciones a llevar a cabo por sus familiares y el equipo terapéutico. El objetivo será dotar de una mayor eficacia y generalización al tratamiento rehabilitador.
Así mismo, el Neuropsicólogo evaluará y llevará a cabo un programa de rehabilitación cognitiva, intervendrá sobre los trastornos emocionales y de conducta si los hubiera y acompañará a la persona en su proceso terapéutico.
La intervención del Neuropsicólogo siempre será multidimensional: sobre la persona y sobre su entorno más cercano, para proporcionar información (que entiendan qué le está pasando a su familiar), formar en cómo ayudar en el proceso terapéutico, en la adaptación psicológica a la nueva situación, dar soporte emocional, y reducir los sentimientos de culpa y rabia.
[Posibles aliados terapéuticos]El adecuado abordaje del daño cerebral adquirido implica la atención interdisciplinar de diversos profesionales que podrán variar dependiendo del caso y del momento, como por ejemplo en función de la fase en la que se encuentre el paciente, o de su estado y alteraciones o déficit que presente. Sin pretender ser exhaustivos, podría citarse a un elevado número de profesionales que en algún momento participan en el tratamiento y rehabilitación de una persona que ha sufrido un DCA y su familia, como neuropsicólogos/as clínicos/as (psicólogos/as especializados en Neuropsicología Clínica ), otros profesionales de la Psicología, fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales, trabajadores/as sociales y profesionales de numerosas especialidades médicas, como por ejemplo, neurólogos/as, neurocirujanos/as, médicos/as rehabilitadoras, etc. Cada vez más profesiones van aumentando su contribución al tratamiento, rehabilitación y cuidado de los pacientes y familias que han sufrido un daño cerebral adquirido.

Referencias.
Álvarez, M., Campabadal, A., Fernández, R., Fernández, S., Horta, A., Jodar, M., Isabel Leiva, I., Turón, M. (2018). Introducción a la evaluación neuropsicológica. En Muñoz, E. (Ed.), Evaluación neuropsicológica (pp. 7-10). Barcelona: Master en neuropsicología, UOC.

INCLUIR ALGUNA REFERENCIA MÁS, DOS O 3 COMO MUCHO

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